La limpieza fue a fondo y tuvimos que usar la artillería pesada por que tenían casi 7 años de uso, sin haberse limpiado nunca por el inteior y la suciedad estaba muy adherida.
El acondicionado, sellado, para dejar una superficie tan lisa que el ferodo desprendido de las pastillas de freno, al frenar, y otras suciedades no se queden adheridas a la llanta ó, en todo caso, con una mínima adhesión, ante lo cual con agua a presión y, si acaso, con un ligero frote se desprendan. Ganamos en esfuerzo en posteriores limpiezas y en estética, sobre todo en las llantas que tiene una gran separación entre sus radios y se ve la parte interna.
A continuación unas fotografías del antes y el después de una llanta, por la parte interior.
No es la misma llanta en ambas fotografía por que la primera terminada la montamos sin hacer una foto de ella, pero las 2 son las que estaban montadas en el eje delantero
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